sábado, 1 de septiembre de 2018

Culpabilidad

Los días van pasando, las semanas, los meses incluso, los encuentros son cada vez más distantes, la rabia aumenta y tu yo más vengativo toma el control. Harta de ser apartada, excluida e invalorada tomas la decisión: se lo merece.
Ahora empiezas a escuchar, unos comentarios que ni siquiera imaginabas posibles en esas bocas por aquí, otros por allá; y te das cuenta de que no eres la única sufriendo, que no eres la única que se ha hartado, que no eres la única que lleva demasiado tiempo callandose, y os unís con un objetivo común. Pasan un par de días y nada cambia, pasan un par de días y el plan va tomando forma, un par de días más y la decisión está tomada.
Y en vuestro intento de recuperar algo de la dignidad que os fue robada, a alguien se le va la lengua; incapaz de tomar un lugar en el frente, distorsiona la historia para hacerse con un lugar seguro, y pese a que con su traición condena a otra persona, no le importa, pues mientras ella tenga todo lo que quiere y cuando lo quiere, sin dar absolutamente nada a cambio y como siempre, sin dar la cara, todo va bien en su humilde opinión.
 Al final tú quedas como el culpable y la persona de la que te querías defender es la víctima, pero por alguna razón no te importa, de hecho, te gusta ser el culpable de este supuesto crimen, pues ha supuesto un cambio; prefiero insultos directos una vez al mes que la constante sensación de ser apartada por alguien al que en muchos momentos consideré mi amigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No puedo

Ya no puedo; no puedo ser esa que he sido siempre, esa que hace lo que le piden, esa que no se cuestiona el por qué de las cosas y lo hac...