Llega un momento en el que ya no eres capaz de aguantar la presión por
un segundo más, llega un momento en el que te derrumbas sin remedio y
tus lágrimas empiezan a rodar por tus mejillas, en ese momento de
desesperación pones todas y cada una de tus esperanzas en que ese amigo
en el que tanto confías te diga que sí, que no te preocupes, que él te
ayuda. Hipocondríaco perdido esperas su respuesta, las lágrimas siguen
fluyendo, el dolor no cesa, pero de repente el móvil vibra, desbloqueas
la pantalla, lees la respuesta y comienzas a reír, te ríes de ti, de lo
iluso y estúpido e inocente que has sido al pensar que le importan tus
sentimientos, iluso al pensar que te cuenta sus planes, iluso al confiar
en él. Te ríes porque ya estabas llorando y aunque sea una patada en el
estomago y te deje completamente solo, tirado en una cuneta, no puedes
llorar más. De todos modos, él no va a cambiar esos planes con otras
personas, de los cuales te acabas de enterar, a cambio de ¿qué? ¿un
amigo en el que puedes confiar? ¿que no mete mierda a tus espaldas? ¿que
sí acepta tus opiniones aunque no sean las mismas que las suyas? No, tu
amigo prefiere dejarte de lado y seguir con su cuento de hadas, pues
todavía no se ha dado cuenta de que bajo esos disfraces de hada se esconden ogros.
lunes, 3 de septiembre de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No puedo
Ya no puedo; no puedo ser esa que he sido siempre, esa que hace lo que le piden, esa que no se cuestiona el por qué de las cosas y lo hac...
-
Lo siento, lo siento muchísimo, lo siento de veras, por favor perdoname por no haber estado ahí contigo, al otro lado de la pantalla dicién...
-
Adelante, sigue presionando, no me dejes ni respirar, presioname más fuerte, presioname hasta que estalle. Presioname más, hazme perder el ...
-
Hoy me he cansado; me he cansado de seguir el camino que otros han preparado para mi, me he cansado de no tener ni voz ni voto mas que cua...
No hay comentarios:
Publicar un comentario